viernes, 30 de diciembre de 2011

Un año más.

Un año más, se acerca la gran noche del cine, y de la moda y de las fastuosas joyas, de las lagrimas, del rojo, del dorado pero sobre todo, de un señor, un señor de oro, Oscar.

Faltan muy pocos días para las nominaciones de los Oscar de este año, un día que me encanta, pues ya se pueden sacar bastantes conclusiones, ami la categoría que más me gusta es la de mejor actriz, aquí os dejo las que para mí, deberían ser las nominadas y mi ganadora.






Ellas son Meryl Strepp "La  dama de hierro", Michelle Williams "My week with Marilyn", Viola Davis "The Help", Tilda Swinton "We need to talk about Kevin" y Glenn Close "Albert Nobbs".

De entre estas cinco, para mí la elegida es Meryl Streep, consideró que se le ha ninguneado ya bastante, lleva 30 años sin ganar desde el último habiendo dejado interpretaciones memorables que perdurarán para siempre. Es la actriz con más nominaciones, y esque ella, es maravillosa. Espero pues, reciba su merecidísimo 3º Oscar. Sí no ganara, supongo que se lo llevará Michelle Williams por su papel en "My week with Marilyn".

Oh, lo olvidaba, Feliz Año nuevo!

jueves, 22 de diciembre de 2011

Un cuento de Navidad.

Había una vez una princesa que vivía en un castillo muy grande muy grande muy grande, más grande que eso, mucho más que eso, enorme. Ésta princesa, tuvo dos niños muy guapos y después, una niña, ésta, sería como su mamá, increíble por naturaleza. A los años, tuvo otra niña, llamada como una antepasada suya, la Zarina de todas las Rusias, Alexandra. La princesa en cuestión, vivía en un país pequeñito, pequeñito, más pequeñito aún, con mucho sol, poca lluvia, muchos barcos y bonitas flores por todas partes, Mónaco. Era una princesa muy guapa con los ojos más azules que yo jamás he visto, siempre iba con vestidos hechos por un señor de pelo blanco con coleta y gafas de sol. Fue una gran mamá y una gran princesa, se llamaba Carolina.









Poco más tengo que decir, ella nunca cambiará, nunca podrá dejar de sorprenderme, nació para ser una estrella, el diamante más reluciente, la esmeralda más verde, y es que, es mucho mucho mucho más que maravillosa.

Buenas noches y buena suerte.
Ah, se me olvidaba, Feliz Navidad.

miércoles, 21 de diciembre de 2011

Ella Fitzgerald - Have yourself a merry little Christmas



Estrellas rutilantes.

Esto funciona así. Hubo un tiempo en el que Hollywood fue el espejo del mundo, un mundo de sueños y destellos de diamantes, joyas rutilantes, delicados vestidos hechos a mano, whisky con angostura, dry Martini y el genial restaurante Trocadero hasta la bandera de gente.

Hablando de Hollywood, hablando de estrellas, de diamantes, hablemos de Liz Taylor. Mujer enigmática como pocas, la chica de los ojos color violeta. Una tormentosa vida llena de amor, tragedias, alcohol y joyas, muchas muchas muchas joyas. Ella misma lo dijo,  "Mi madre decía que no abrí los ojos hasta los ocho días de vida, pero que cuando lo hice, lo primero que vi fue su anillo de compromiso".


Y es que a lo largo de los años fue atesorando la que llaman la mayor colección de joyas de Estados Unidos. Joyas llenas de sentimientos, de amor, de recuerdos. Casi todas fueron un regalo de Richard Burton, su profundo amor verdadero con el que se casó en dos ocasiones.



Hablar de ella pues, me trae muchísimos recuerdos, de alguna manera yo he crecido con ella, desde muy pequeño caí como imbuido por sus espectaculares joyas, por esa mirada, por ella en sí. Las esmeraldas de las Zarinas, su enorme diamante Burton en forma de lágrima, la peregrina, los rubíes de Mike Todd o el broche que perteneció a la carismática Wallis Simpson entre otras, son algunas de las piezas de su inolvidable colección ahora subastadas y perdidas para siempre.









Como ella misma dejó escrito, "Solo espero que encuentren un hogar y alguien que las quiera y las cuide tanto como yo". La conclusión que yo saco de todo esto, es que fue y será para siempre una mujer maravillosa, una apasionada de la belleza que vivió por amor.

Buenas noches y buena suerte.

domingo, 18 de diciembre de 2011

Hablemos.

Son ya dos las ocasiones en las que he retomado el blog, así que espero no tener que volver a escribir esto. Hoy es uno de esos días en los que decides retomar viejos proyectos y solamente escribir sin pensar en el resultado. Poco a poco iré escribiendo sobre cosas que me inquietan, cosas que me han pasado y gente maravillosa que me gustaría compartir.

Uno de esos días en los que una buena compañía o un buen libro es suficiente. En mi caso, un cómodo jersey que mi querida abueli me hizo y que guardo con mucho cariño ahora que ella ya no está. Y nada más, a leer y despejar la mente como la carismática Lizzy Bennet pero en invierno y a cubierto, que hace mucho frío.


Poco más por hoy, en unos días estaré de regreso a mi querida Villa, veré a mi madre, mis amores, llevaré pajaritas y todo será genial. Ahora espero por fín cumplir como dije en su momento y dedicarme a esto más a menudo, quien sabe, quizás un día yo tenga una columna como la de Carrie.


Buenas noches y buena suerte.