Es entonces cuando amaneces en un nuevo día, más tarde de lo normal, con ganas de darle un curioso bocado al mundo cual manzana del pc de mi muy querida Carrie, pero esta, es otro tema, ya le tocará su día.
Uno de esos días en los que no sabes porque pero te apetece probar nuevos sabores, en mi caso hoy ha sido día de comida india, muy sabrosa y con muchas especias en la que la consigna principal es no usar para nada de nada la mano izquierda y comer todo con la derecha sin utensilio alguno, curioso y acertado. La mano izquierda es necesaria para otros menesteres que no detallare, y más en la India.
Uno de esos días en los que crees estar en la Roma de los cincuenta, recorriendo la ciudad en una vespa, cámara en mano y alpargatas. Una Roma de la dolce vitta, del descontrol, los excesos, gente dentro de las fuentes en verano y mi amiga Audrey interpretando uno de los papeles de su vida en una fantástica película, Roman Holiday.
Uno de esos días en los que no quieres ir a casa, tomas café por la calle, uno de esos días en los que no pasan las horas, lees por la calle, paseas por los parques...
Poco más, hoy toca cena con ellas, únicas, fantásticas y sobre todo grandes las tres, ellas hacen que muchas veces salga el sol aunque mires por la ventana y caigan chuzos de punta o todo este blanco a causa de la nieve, son, son, son... ellas mismas y me encantan.
Buenas noches y buena suerte.
Jav.
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