miércoles, 8 de febrero de 2012

Majestad, qué frío.

Lo que sí es cierto es que hace frío, mucho mucho mucho frío. Uno de esos días en los que no se te ocurre salir por nada del mundo aunque a mí, se me ocurren algunas razones por las que lo haría. Pongamos que esto no es Madrid, pogamos que es Londres, pongamos que es San Petersburgo. Sí, ahora lo recuerdo.

1910, la ciudad del  Zar  Nicolás resplandece bajo la nieve, luces por toda la ciudad, flores en las farolas, un esplendor inusual.

Resulta que su graciosa majestad ha decidido organizar una recepción oficial para todas las familias nobles inglesas en las que por rango, me veo afectado. Una increíble ocasión para lucir las joyas familiares con mi madre y porque no, yo mismo. Pieles, zorros, astracán y algún zapato de cocodrilo vendrán bien para el auténtico frío cuasi siberiano.

La cena es celebrada en el Palacio de Invierno, la maravillosa residencia de los Zares. 
Mi madre ha decidido optar para la ocasión por un vestido blanco, delicado y frágil; así como vaporoso, herencia de la reina Mary, que nos acompaña en este viaje. Como complemento a este fabuloso atuendo ha decidido llevar la tiara rusa fringe, perfecta para esta ocasión dada la popularidad de la misma en la corte.

Por mi parte, he decidido acudir con un atuendo muy inglés, muy noble, muy aristocrático. Una nueva casa italiana me lo ha hecho a medida para la ocasión, Prada Fratelli creo recordar. Junto al traje me coloco el broche Ladies of India, cedido por mi madre, una magnifica pieza extraída de las minas de la India. 
La comida es deliciosa y su majestad, la emperatriz está radiante, Alejandra es encantadora. Tras la cena tomamos el té, conversamos y bailamos el vals, asignándome como pareja a la emperatriz viuda.

Han pasado ya muchos años de esto, pero todavía puedo ver a todas las monarquías europeas disfrutando como nunca, joyas, joyas y más joyas. Una fiesta que nunca olvidaré.

Frío, frío, mucho frío pero como ya he dicho, esta es una de las cosas por las que estoy más que dispuesto a pasarlo. Mi buen amigo el astracán se encarga de que yo no lo padezca.









Poco más, buenas noches y buena suerte.



1 comentario:

  1. Tú y tus joyas ;)
    Un beso enorme rey, buenas noches y buena suerte para ti también, MUA.

    ResponderEliminar